Por: Espíritu Pagano
El Tarot es una de las herramientas esotéricas y uno de los métodos adivinatorios más populares del mundo moderno. Existen todo tipo de teorías sobre su origen, sin embargo en este artículo nos centraremos concretamente en mencionar algunas fuentes históricas como guía.
Si bien las referencias pictóricas más tempranas que aparecen sobre el tarot datan de entre el 1440-1450 fue hasta el 1700 cuando sus imágenes y símbolos comienzan a reflejar una integridad más cercana y familiar con el Tarot como lo conocemos en nuestros días, y esto se puede confirmar especialmente a partir del 1800 cuando la Orden de la Aurora Dorada integra el uso del mazo con fines adivinatorios e iniciáticos como parte de un currículum extenso de estudios enfocados al desenvolvimiento espiritual y mágico de sus miembros.
La intención de la Aurora dorada era integrar y transmitir de forma más o menos congruente un modelo de enseñanza heterogéneo para diferentes disciplinas y conocimientos ocultistas de tal manera que tanto el modelo filosófico de los cuatro elementos y muchos otros conceptos filosóficos estuvieran sutilmente presentes; como la Qabalah hermética a través del glifo del árbol de la vida en el diseño de algunos de los arcanos y su correspondencia simbólica con los senderos del árbol, la astrología presente en las correspondencias planetarias atribuidas a cada carta y el lenguaje sutil de la mitología como lo menciona la autora Rachel Pollack en su libro “Setenta y Ocho grados de Sabiduría” quien hace alusión a los mitos medievales del Grial presentes en los personajes de la corte y el mismo As de copas, la identificación del arcano XII “El Colgado” con el mito de Odin quien sacrificó su ojo derecho y se colgó durante nueve días del árbol del Yggdrasil con el fin de alcanzar la sabiduría universal, o cuando menciona que el anciano dando las espaldas en la carta del “X de Oros” podría ser visto como el mismo Odiseo quien después de diez años de ausencia retorna a su original Ithaca disfrazado de mendigo y quien es únicamente reconocido por su perro.
Es también una idea recurrente, sobre todo en las escuelas de misterios occidentales modernas como la B.O.T.A, S.O.L o Fraternidad del Círculo Dorado, observar a los arcanos mayores del Tarot desde el simbolismo del mito iniciático, generalmente descrito como un recorrido o “viaje del alma” o un como un proceso alquímico de transformación psíquica o espiritual.
De esta manera podemos observar que el Tarot al estar arraigado y sostenido por un conjunto de símbolos universales y la representación de fuerzas arquetípicas macrocósmicas que se convierte potencialmente en una herramienta de contemplación espiritual, enfoque, fuente de autoconocimiento e inspiración ritual contenidos en sí, uno dentro del otro como una “muñeca rusa” de filosofía oculta que se revelan en el rostro sereno de una Sacerdotisa solo a los que desean cruzar el umbral de su templo secreto.
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